Ella odiaba estar sola, asique se inventó un amigo, un adorable monstruo blanco. El pequeño la acompañaba a todos lados, dormía con ella.. le ayudaba a hacer sus deberes de matemáticas, y hasta estaba presente cuando la pequeña princesita escribía en su bonito diario pequeñas frases con sentido.
MI PEQUEÑO MONSTRUO BLANCO Y YO.
Para tí, Rubén.
Raquel Otero.
esos amigos de la infancia productos de nuestra valiosa imaginación son incambiables por naada (:
ResponderEliminarlos amigos imaginarios son los únicos verdaderos, a menos que nos traicionemos a nosotros mismos, muás
ResponderEliminarsiempre he querido tener un monstruo en el armario. de esos que no hacen miedo y que te dan cosquillas por las noches. ¿tú tienes uno?
ResponderEliminarÉsos son los únicos que no te dejan de lado (: me gusta como escribes :D
ResponderEliminarHeey! Gracias por seguirme :)
ResponderEliminarMe encaanta como escribes ♥
Te seguiré, besitoos.
que seria de nosotros sin la imaginación...
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