Ahá, te lo advertí mi pequeño insaciable. [̲̅=̲̅̅]

sábado, 28 de noviembre de 2009

La fugacidad de la vida.



Esa mañana sonó el telefono muy temprano, nisiquiera nos habíamos levantado.”Si, diga?”. Una mala sensación recorrió mi cuerpo, algo no iba a salir bien. Su voz no era constante, tartamudeaba en algunas ocasiones y eso hacía que un nerviosismo tremendo recorriera mi cuerpo. “No te preocupes, enseguida voy” tras esas palabras me levanté de la cama, estaba vistiendome cuando colgó el telefono. Se acercó al armario y de puntillas consiguio coger una bolsa que contenía la vieja maleta. Inmovilizada y sin saber que hacer tartamudée “que pasa cariño?”unas absurdas palabras hicieron que no pudiera contener mis lagrimas y una tras otra se escaparon de mis ojos para deslizarse por mi rostro. No quería preocuparle asique me limpie las lagrimas con la manga de la camiseta. Con un fuerte golpe la puerta se cerró, “no porfavor” todo me daba vueltas, apenas miraba pero conseguí salir por la puerta y subirme en el coche.”Pensabas irte sin mi? Que pasa, contestame porfavor” Era como si no hubiera escuchado nada, parecía enfadarse cada vez que hablaba, asique me calle y me até el cicnturón. “Si, pensaba irme sin ti, nos dirigimos a la estación, me voy cariño, lo siento deberas, pero tengo que marcharme” No entendía el significado de esas palabras, no me decía lo que estaba pasando y eso me estaba llevando al tal estremos de notar como si estuvieran arrancandome media parte del corazón, no podía más y rompí a llorar.. No volvió a decir nada más, el silencio incomodo permaneció entre nosotros hasta llegar a la estación, detuvo el coche, sacó las llaves y en el bolsillo de mi cazadora las metió, me giró la cara lentamente, me limpió las lagrimas y me besó con tal presión que me dió la sensación de que ese era nuestro final, no podía soportar tal presión sin saber que iba a pasar despúes, pero si pudiera no me hubiera separado jamás, si pudiera hubiera pausado el tiempo en ese momento. Me derrumbé, el corazón latía cada vez más deprisa, era como si cada latído que daba me doliera aún más. Me besó denuevo me soltó y salió del coche, salí corriendo y lo agarré, lo agarré sin saber que hacer sin saber que decirle porque eso hizo que se detubiera. “te suplico que no te vayas, porfavor no me avandones, no me dejes porfavor” Esas palabras hicieron que una lagrima bajara por su rostro, pero se la limpió rapidamente. “No te hagas el fuerte porfavor, no, no sin antes esplicarme que es lo que ocurre” “no te puedo decir nada cariño” me soltó y aceleró su paso, ya entrando en la estación se detubo, esperó me agarró y me besó, “recuerda, tu te quedas con mi alma, volveré a buscarla entonces o la encontraré abandonada o estarás junto a ella y os recojeré para abrazaros y no soltaron jamás, te lo prometo, pero ahora intenta ser fuerte, se que esto duele y me doy cuenta que realmente me quieres, cuando vuelva deseo que estés junto a ella, ahora ya la tienes” tras verlo subiendose al tren, las piernas me flaquearon y me caí al suelo, no podía parar de llorar ni de recordar sus palabras, porsupuesto que iba a estar junto a su alma cuando regresara..ahora lo único que deseaba era volver a verlo en nuestro encuentro, que pasara el tiempo. Alguien me levantó y me sacó del andén. Pasaron seis meses, siete y el no regresa, ahora sigo esperandolo y conmigo su alma y un regalo. Todas las mañana me las paso en la estación esperandolo, dia trás dia sigo esperandolo, deseo ese encuentro, y espero que el tiempo se acelere y regrese, ahora mismo somos tres, todas las mañanas le cuento un cuento, el cuento de sus padres un bello cuento, le esplico que deseo que vuelva antes de que este regalo que yo llevo dentro se desenvuelva y el mismo pueda presenciar la llegada de ella, una hermosura, una belleza.
                                                                               Raquel Otero.


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