Ahá, te lo advertí mi pequeño insaciable. [̲̅=̲̅̅]

viernes, 11 de diciembre de 2009

Dos ríos que se juntan en su destino.

Semidesnuda se arrastraba sobre una gran tela negra, miedo me daban aquellas lágrimas, yo, junto a la ventana espectante, todo lo miraba y sin perderla de vista asumía que a ella algo grave le pasaba. Su pelo parecía revuelto, creía ver caer una gotas líquidas de sus ojos, su rostro estaba palido y en cuanto a la ropa apenas tenía y lo poco lo tenía roto. Lleno de asombro y pasmado junto a la ventana observaba aquella escena como si de una pelicula se tratara. Depronto parecía estar nerviosa, el cuerpo le temblaba y gritaba, la boca la tenía abierta y de sus ojos ya no solo bajaban gotas, aquello parecían ríos con mucho cauce, alguien la agarró del pié y se la llevó, yo, como un loco, me arrimé al borde de la ventana, pero apensa conseguí ver nada, alguien se la llevaba, ella se resistió un breve tiempo y depronto se inmovilizó, una raya roja se delizaba consiguiendo  fundirse con la hermosa tela negra y apenas se miraba, ella allí quieta, tirada y desamparada se quedó.                                                                             Raquel otero.

        

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