Son las siete de la mañana, me he levantado llena de ira y sin temor alguno, he salido de mi cuarto en dirección a la cocina, mientras me preparaba un buen tazón de leche hice unas cuantas reflexiones, mi marido siempre deja las zapatillas y la ropa tiradas al lado de la cama, el armario abierto y la cama "echa" en cierto modo, pretende engañarme, no se a dado cuenta que lo observo demasiado, las zapatillas están colocaditas al lado del armario, no hay ropa tirada por ningún lado, el armario está cerrado y por la cama parece que ha pasado un huracán, lo dicho, mi marido me engaña. Raquel Otero.
Palabras.
Hace 10 años
cruel, muy cruel
ResponderEliminarmmm...vale de momento creo que no tengo que preocuparme jaja. Bah! que no siempre es lo que parece... Besotes : )
ResponderEliminaruah, detalles que intentamos esconder pero que en realidad nos descubren el corazón.
ResponderEliminarme encanta tu blog:) creo que me quedo. un beso!
pues ya puede formar un club, cont todos los tíos que engañan. :)
ResponderEliminarque buen texto !!!!!!!!
ResponderEliminarSe maneja muy bien la descripcion
PD: Raquel Otero. es al autora?
besos
:O ... no hay palabras... Para escribir textos tan cortos y perfectos, se requiere demasiado talento.
ResponderEliminarGenial el texto eh??? Muy bueno, cruel, pero bueno :-)
ResponderEliminarUn besitoooo cariño!
Dale su merecido, querida.
ResponderEliminar